Super Mario Segale

Conmemoramos hoy el nacimiento de Mario Segale, empresario inmobiliario italo-americano nacido en 1934 un día 30 de Abril. ¿Por qué?

La historia dice que la recién abierta sucursal de Nintendo en EEUU (Nintendo of America, en 1981) deseaba tener éxito con sus videojuegos a ambos lados del Pacífico, y por eso apostaron por establecerse en Seattle, costa oeste de la unión, a unos 7.700 kilómetros de Tokio en línea recta atravesando ese Océano. Arrendaron unas oficinas en la ciudad al Sr. Segale, quien era un empresario inmobiliario dueño de muchos locales y edificios.

Radar Scope. Captura de pantalla
Fuente:wowroms.com

El primer impulso que intentó la firma japonesa para conquistar Norteamérica -al menos en lo que a videojuegos se refiere- fue tristemente célebre, y no querían dejar esa primera impresión en el público. Ocurrió en 1979. De hecho, se trata del primer juego que llevaron al nuevo mundo (Radar Scope) y fue un fracaso comercial, además de acusado de ser copia de Space Invaders . No era un mal juego, pero su mala fama inicial -algo injusta- le llevó a ser despreciado por los jugadores y dueños de locales a los que se les intentaba vender este mueble con el juego. Era una mezcla entre Galaxian y Space Invaders pero con perspectiva ortogonal (3D). Era original en su categoría, pero al tratarse de un mata-marcianos, fue motejado como “copia” del popular Space Invaders de Taito.

Producto de esta fama, literalmente nadie quería las máquinas, que se estaban acumulando en las bodegas. La situación debía ser salvada y rápido.  Hiroshi Yamauchi, jefe internacional de Nintendo, solicitó a Minuro Arakawa, jefe de Nintendo of America, que retirara las máquinas para reemplazar la tarjeta de juego por una nueva que contenía un prometedor plataformero, desarrollado por un equipo encabezado por Shigeru Miyamoto. Para aumentar la posibilidad de éxito del juego, se jugaron por comprar una IP (Propiedad Intelectual, o franquicia), algo que los acercara más al público estadounidense. Por eso, se intentó negociar con la editorial King Features para incorporar a los personajes de Popeye al prototipo, pero ante la negativa de los licenciadores, se optó por trabajar con una franquicia nueva, nacida desde cero.

Minoru Arakawa. Pdte. de Nintendo of America.
Imagen desde: Filfre.net

Y llegó el año 1981 con un panorama sombrío. El retraso del juego nuevo, sumado al fracaso de venta de Radar Scope y a las dificultades logísticas que implicaba acumular tantas máquinas en bodegas y oficinas, ocasionaron en Nintendo una crisis. Y esa crisis derivó en un estado financiero casi terminal para la sede de Seattle, donde escaseaba el dinero, incluso para pagar las facturas. Incluyendo las de la renta de las bodegas y las oficinas. Las del Sr. Segale.

Y eso a Segale le molestó. Mucho.

Por eso acudió a sus oficinas, arrendadas a Nintendo of America, para exigir el pago de las facturas adeudadas ó – en el peor de los casos- intentar sonsacar una fecha límite para el desalojo de los japoneses desde sus locales. Mario no iba a negociar. Iba a dictar un ultimátum en contra de estos “irresponsables” que pretendía usar sus oficinas y bodegas gratis. Los primeros intentos de negociación derivaron rápidamente en la ira y las amenazas de parte de Segale, pasando a los gritos y un ambiente crispado y tenso. ¿Hubieron golpes? No probablemente. Pero nadie niega que, de acuerdo a los testimonios de los presentes, pudieron haberse ido a las manos en cualquier momento.

El verdadero Mario Segale.
Fuente: Universo Nintendo

Había que actuar para bajar la tensión, y quien tomó la iniciativa fue el presidente Arakawa. Bajando las revoluciones y con un tono conciliador, reconociendo la responsabilidad propia pero también fomentando la búsqueda de solución, se dirigió a Segale de tal modo que pudiese interesarlo en un esquema “ganar-ganar”. Si bien estaban con problemas de efectivo puntuales, Segale no podía ignorar que venían de una matriz japonesa, por lo cual desde Tokio perfectamente se comprometían los recursos para ponerse al día con los pagos. Además, estaban estrenando un prototipo de videojuego de plataforma que -de llegar a funcionar- acarrearía grandes ganancias para Nintendo y para el desarrollo inmobiliario del Sr. Segale. Además, el mismo Sr. Segale podía ser un socio de largo plazo de Nintendo of America pues, para los japoneses, era un arrendador conocido y que preferían hacer negocios con él, mejor aún si podía Mario-san renovar su confianza en Arakawa y compañía.

La estrategia Arakawa dio resultado. Segale -medio incrédulo aún- les renovó el período de gracia y Arakawa garantizó el pago de las deudas con su palabra. El japonés agradeció la compresión y extensión del plazo de pago, y el empresario italoamericano, ya más calmado, se retiró a sus quehaceres del día.

Ahora el panorama estaba claro y la situación aliviada, pero faltaba un problema por resolver. El prototipo de videojuego plataformero estaba para finalizar su desarrollo y -ya que no habían conseguido la IP de Popeye- necesitaban nombres para los personajes y una historia convincente para los americanos.

Donkey Kong, el videojuego que salvó a Nintendo of America.
Fuente: www.ajugar.com

Tendrían que reemplazar a los personajes de Popeye por nuevos. Acordaron que el lugar de Brutus lo ocupara un gorila gigante, al que bautizaron Donkey Kong -quizá por King Kong, quizá por Monkey Kong-. En vez de Olivia, sería la damisela en apuros Pauline, y el héroe ya no sería Popeye, si no un tal Jumpman. Este héroe debía sobrepasar una serie de obstáculos cada vez más difíciles para rescatar a la damisela -tema super americano sobretodo en el cine. Pero pensaron que la intervención de Arakawa y la consideración final de Segale habían sido tan milagrosas, que como gesto de gratitud, bautizaron al rescatista Mario. Como Mario Segale, su airado pero paciente arrendador.

De hecho, el juego de Miyamoto y compañía fue un éxito, Nintendo of América se consolidó en el marcado, iniciaron una de las IP más exitosas en la historia de los videojuegos y lograron ponerse al día con los pagos a don Mario, su arrendador.

Pese a que -en una entrevista y medio en broma, medio en serio- Mario Segale dijo que por el uso del nombre “aún esperaba sus regalías”.

Mario Segale falleció en Tukwila, Washington, E.E.U.U. el día 27 de Octubre del 2018, según se lee, rodeado de su familia y con mucho del aprecio de sus trabajadores y amigos, que lo describen como una persona «con la que daba gusto trabajar» y «que inspiraba a sacar lo mejor de uno como persona». Nunca pretendió ganar fama a costa del personaje de Nintendo porque, según dicen, «era muy humilde como para darse ínfulas».

Fuentes:

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