
El pasado 15/06/2025 se llevó a cabo en el espacio Crearock en Santiago de chile el concierto llamado J-rock Matsuri 2025. Este concierto congregó a 3 bandas de la escena J-rock nacional. Se trataban de Metal Paws, Victoriano y Undesire.
Los objetivos de cada una de estas bandas eran bastante distintos: Metal Paws tenía la misión de consolidar lo realizado en el último año, Victoriano de seguir marcando territorio cómo uno de los grandes nombres de la escena nacional, y Undesire tenía como objetivo cerrar un ciclo ya que su vocalista se retiraba de la banda.
El público se hizo presente haciendo la fila correspondiente desde temprano. El concierto estaba agendado para las 16:00 de ese domingo. Sin embargo, problemas con la organización (presumiblemente de sonido) empezaron a retrasar el ingreso del público. La fila se seguirá alargando y ya eran las 18:00. Ya era de noche y algunos de nosotros estábamos sacando cuentas respecto de sí sería conveniente quedarnos hasta el final o tratar de salir antes para que no nos cerraran el Metro.
Finalmente, cerca de la 18:30 horas empezamos a hacer ingreso a Crearock. La gente hizo ingreso sin ninguna complicación y continuaban dentro del recinto las conversaciones que ya estaban llevando a cabo en las afueras. Mientras coma algunos aprovechábamos de ir al baño y también de saludar a algunos de nuestros paisanos que también acudieron a este evento.
Y mientras yo estaba saliendo del baño, quien abrió el evento fue el locutor Rama de Radio Kauss, quien con su simpatía y entusiasmo habitual presentó a la primera banda: Metal Paws, las máximas exponentes del kawaii metal nacional, con el debut de sus dos nuevas bailarinas y coristas: Mimi y Peri. El concierto se inició con mucha energía y entrega. Yo había estado presente en la instancia anterior en que Metal Paws compartió con Victoriano en este mismo recinto y debo decir que esta ocasión estuvo mejor. La presencia de Metal Paws superó completamente mis expectativas respecto de la calidad del show y de la presencia escénica. Así mismo encuentro que el público también colaboró, hubo una actitud correcta de ir a ver un buen concierto con estas novelas representantes de la escena y por lo tanto el público se encendió sin gran dificultad por la calidad del espectáculo y por la potencia de la música. El público agradeció generosamente con sus aplausos la maravillosa presentación de nuestras guerreras kawaii.
Luego llegó el turno de Victoriano. Uno de nuestros grandes créditos de la escena nacional de la música rockera inspirada en Japón. Los hermanos Victoriano iniciaron con la energía habitual y la técnica acostumbrada su entrada para el concierto y realmente no defraudaron. Verlos cantar y tocar y escucharlos es una experiencia que a mí me sigue causando felicidad y admiración por partes iguales. Son una de mis bandas referentes de la escena nacional y francamente no me canso de escucharlos. Nunca defraudan y el público así lo hizo saber aplaudiendo, gesticulando coma y cantando cuando debían. Siempre los hermanos tienen algo para ofrecer y la banda nunca falla coma menos ahora que tienen contrato con Headlight y Paradragons para su distribución mundial. El público supo recompensar la entrega la técnica la velocidad y el rock de victoriano con sus aplausos correspondientes.
Y nos preparábamos para el plato de fondo: yo pensé que Undesire sería la segunda banda en tocar pero terminaron siendo la tercera. Es la primera vez que los escuchaba en vivo y decidir dales una oportunidad, aun sabiendo que la noche estaba avanzando y qué posiblemente sería la última oportunidad que tendría para verlos. Son grandes representantes de la tendencia visual kei y para esta última ronda tiraron toda la carne a la parrilla: sus canciones, su técnica y la oscura energía que manaba del estilo y de las letras quién interpretaban. No por nada este apartado del evento se llamaba Dante’s Last Live. Era la última oportunidad que tendríamos para ver a Dante, el vocalista de la banda, al frente de la formación, pues pasaba a retiro y la banda entraba en hiato. Me sentía un poco mal por no haber podido escucharlos antes, pero mientras interpretaban sus temas me estuvo quedando la sensación de que realmente son una banda con mucha calidad y un dominio escénico realmente envidiable. Agradecimos la oportunidad aplaudiendo cada vez que se podía. Hasta el final. El previsible final.

En resumen, este evento fue una instancia para reivindicar la escena nacional y ratificar la calidad de los exponentes que en ella surgen punto fue una prueba de fuego de que realmente en nuestro país hay jay rock de calidad y me hace sentir muy contento. Aún en la noche. Aún con hiatus.

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