El año 2017 fui invitado a la Jornada de la Familia del Colegio Juan de Dios Aldea de La Pintana. Esta fue mi experiencia.
Fue un comienzo temprano. El día era el 18 de Octubre de 2017.
A pesar de haber solicitado el día administrativo que me correspondía me levanté a las 7:30 AM para culminar los preparativos para mi primer evento en vivo como invitado en 6 meses.
La invitación me fue cursada a través de mi compañera del Taller de Lissette Chan, la sin par Conitos. Ella me habló sobre la posibilidad de participar de un evento en un Colegio de La Pintana, como anisinger. Valoró la experiencia que tenia como artista, poca o mucha que sé yo, y me puso en contacto con la persona que me recibiría allí, una parvularia de nombre Rebeca.
El lugar era el Colegio Juan de Dios Aldea, y debía estar allá cerca de las 9:30 AM. Era una fecha especial, la Jornada de la Familia 2017, donde los alumnos hacen participar de las actividades a sus padres y apoderados.
-Es un contexto especial- me decía Rebeca, mientras me recibía en el Ingreso del Colegio.-Muchos de estos padres no participan de la vida escolar con frecuencia, a veces ni siquiera vienen a las reuniones de apoderados. De hecho, es la oportunidad en la cual los hacemos participar de actividades con sus hijos y que pasen un dia juntos.
Era la motivación que necesitaba. Un fin noble para darlo todo en escena.
De ahí, me puso en contacto con Jublo, un alumno coordinador del escenario, y quien manejaba el computador que enviaba el sonido a los amplificadores del escenario, ubicado en las afueras del comedor, frente al patio del Colegio. Nos saludamos y le entregué mi pendrive, donde estaban los temas que debía cantar para entretener al público. Las actividades iniciaban a las 11, por lo que tenía tiempo de beber agua y calentar la voz.
Entre las actividades que se mostraban ese día, estaban talleres de música, pintura, juegos, manualidades, deportivos… un abanico de posibilidades para entretenerse y pasar juntos un buen rato. Y mientras me vea esos rostros de niños y niñas exhibiendo sus actividades y hobbies, pensaba en lo hermoso que es motivarlos a crear y divertirse, a aprender algo y jugar, y el orgullo y alegría que genera poder compartir esas experiencias a los amigos, las familias y al barrio entero. Contemplé las exposiciones con una emoción un tanto dificil de describir, pues era un legítimo orgullo de infancia de mostrar que era lo mejor de ellos. Luego de un momento, terminé de ver la exposición, y retorné al escenario.
En el escenario, mientras, una vez que sonó la campana del recreo, se inició una muestra de Zumba, en la que invitaban a participar a alumnos y padres, quienes se movieron con mucha alegría y energía. Eso mientras yo ultimaba detalles de la presentación. Sería más breve de lo acostumbrado, 2 o 3 temas como mucho, y en 2 tandas.
Luego de la muestra de zumba, vino la ocasión esperada. Cerca de las 11:00 de la mañana, fui llamado al escenario y presentado con el número de canto entretenido. Fue bien recibido por la gente del colegio y en la primera tanda decidí cantar un tema de 31 minutos . Mi primer tema fue “Sra. Interesante” y intención desde el principio fue hacer que la comunidad participará cantando. No todos se la sabían, sin embargo la participación y las ganas de pasar un buen momento siempre estuvieron. Despedí el tema de manera muy agradecida por la recepción de la gente, prometiendo que volvería para la segunda tanda.
A continuación se presentaron un grupo de baile de mamás con sus bebés, llamado “Tribu Paylaf”, que mostraron mucha elegancia y coordinación en su arte. No conocía del existencia de una iniciativa de estas características, y ver esto me dejó sorprendido y contento. También fueron aplaudidas por el público presente en el colegio, de manera muy merecida.
A continuación se presentó un grupo de baile folklórico de la Casa de la Cultura de San Bernardo. Todos ellos mostraron un número de cueca brava, iban vestidos a la usanza de los cuequeros bravos, es decir, ellas de vestido y taco y ellos con terno sombrero y corbata. Su presentación fue buena, y se fueron retribuidos por un gran aplauso de parte de la gente que se congregaba en estos momentos en el patio.
Luego, volví por última vez para cantar otro tema de mi estilo anison. Canté “Los Supercampeones”, ya que ese era el tema que tenía preparado en mi pendrive para la comunidad. Fue mejor recibido que el anterior e incluso hubo gente que se sorprendía de que me supiera un tema de esa época. Por último cante un tema de anime más actual: el OP de Jojo’s Crusaders, Stand Proud. Este último tema fue tan bien recibido como el anterior, incluso me atrevía hacer guitarra de aire de lo animado que me sentía por actuar en ese momento. Fui despedido por el animador del escenario y la comunidad dió su veredicto con un aplauso. Me regalaron una visera blanca de parte de los organizadores, una donación de la Ruta del Maipo. Luego, me retiré a comer mi sandwich y tomar el jugo que me otorgaron los organizadores para mi colación. Me dio mucho gusto disfrutar la colación después de las sensaciones que experimente en el escenario.
Luego de eso, agradecí a Julio, el dueño del computador del sonido y por lo tanto sonidista, por su trabajo a cargo del escenario, pues procuro que todas las canciones sonarán excelente. Acto seguido, agradecí a la tía Rebeca por su recepción y por haber facilitado mi llegada a la comunidad escolar. Luego me despedí de ambos con la satisfacción del deber cumplido, y emprendí rumbo hacia mi casa, llamando a mi amiga Conitos dándole cuenta de lo que yo les acabo de narrar a ustedes en esta entrada.
Y mientras caminaba, pensaba en la satisfacción de haber llevado un poco de mi alegría a esa comunidad escolar -que ya estaban bastante alegres y quizá fueron ellos los que me dieron de su alegría en realidad- y que hayan podido ver qué es lo que yo hago en la música. Un gran abrazo y un cordial saludo a toda la comunidad escolar del colegio Juan de Dios Aldea de La Pintana y gracias por permitirles mostrar lo que yo hago en la música.